Los “arquitectos racionalistas” del s.XX desprovistos de símbolos étnicos se descubrieron dentro del cuerpo de un hombre in patria, derribaron las esculturas, los frescos, las pinturas, las molduras, los aparejos, los bajorrelieves de todos los pueblos, dejando así desnudas las estructuras, los soportes espaciales que residieron allí por siglos, un Sistema de Objetos común que es el Armazón de los Gestos que llevan siglos y siglos formando un Patrón profundo de Comportamiento.
Desvestidos de “culturas estéticas” se dejó al desnudo un ser que se nombró Racionalismo1.
El Racionalismo como ente vomita un buque de guerra, el bebé nace para ser un diseñador de torpedos, algo estupendo siempre que se sea realista, como defendería cualquiera arrebatadamente y con fogosidad.
El Irracionalismo trabaja con dicha estructura de ideas, con este Sistema de Objetos, cuestionando toda la historia del hombre que viene de la caverna al país‐estado, renuncia al modo hasta ahora eterno de la Realidad Consensuada Racionalmilitarista.
Se plantea una Revolución a través de los objetos, los de la vida cotidiana, repercutiendo así sobre las costumbres y los comportamientos que encierran.
Es así que no queremos cambiar la Forma de las cosas ni nos interesa en absoluto, lo que verdaderamente queremos es cambiar el Modo de usar los objetos, de enfrentarnos a ellos: una transformación profunda en la concepción vital y del
tiempo en la vida.
El actual Racionalismo arquitectónico.
Nunca puede permitir situaciones como
una cafetería
con sillas de patas alargadas de
13 metros
o un restaurante inclinado a 45º
cuyos muebles y vajilla
han sido reinventados
re‐explorado
y construido
siguiendo la condición.
El Irracionalismo apunta a un nuevo futuro.
No queremos
hacer otra "silla" (modelo), ni el egipcio,
Romano,
ni el sumerio
o el decó,
ni el corbuseriano,
ni el moderno‐FUNCIONALISTA‐RACIONALISTA,
porque todos transmiten,
sostienen
y representan la misma sensación;
en cambio lo que queremos
son nuevas entidades u objetos que nos conducen
a nuevas experiencias más cercanas
a la experiencia poética o
a la interpretación teatral de los objetos en la vida.
¿Qué pasa si una silla o mesa tiene patas largas de 13 metros?
¿Deja de ser funcional?
¿O es que adquiere una función que hemos olvidado?
¿Tal vez una función poética?
¿Cuál es la capacidad de estos objetos para modificar la idiosincrasia de los espacios
que utilizamos?
1 Frente a la tesis aceptada de que el Racionalismo arquitectónico fue un movimiento
estético que rechazaba el patrón del momento del Art Noveau y su “Horror Vacui”
para averiguar una nueva plasticidad y formalidad espacial, la percepción que
estamos exponiendo es que se desvelo a un sistema de objetos y que este ya fue
Racionalista desde el origen de los tiempos pero que no fue destapado y subrayado
oficialmente hasta aquel momento.